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sábado, 26 de noviembre de 2011

Salvado por su compañero de tenis

Estaba jugando al tenis con un amigo en el Centro Asturiano y acabó ingresado en la unidad de cuidados intensivos del Hospital Universitario Central de Asturias, después de una rápida intervención de su compañero de partido, de otros socios y de los trabajadores del club de campo del Naranco.


Por discreción de la institución deportiva y social ovetense el hombre no tiene nombre ni apellidos, pero sí una historia. Jugaba al tenis hace unos días cuando se empezó a encontrar mal. Al otro lado de la pista, su rival, que es médico, notó cómo su compañero no caminaba bien y estaba un poco desorientado cuando se dirigía a beber agua, así que habló con él y le dijo que lo mejor era que se dirigiesen al hospital. Entraron en el coche y la cosa fue a peor. Cuando habían llegado cerca de la salida, junto al polideportivo del Centro Asturiano, el hombre vio que su amigo estaba peor, así que optó por parar el coche, llamar al Servicio de Atención Médica Urgente (SAMU) y pedir ayuda a los trabajadores del Centro Asturiano. Su amigo estaba sufriendo un ataque.


Los responsables del club se movilizaron de inmediato y Sergio Rosa, el socorrista que se encontraba en la recepción de la piscina cubierta, cogió de la pared un pequeño desfibrilador y salió corriendo. Ante el temor de no llegar a tiempo al lugar donde el hombre seguía tendido en el suelo, aunque apenas les separaban un centenar de metros, paró a un socio que circulaba en motocicleta por el Centro y se subió con él, que le trasladó al lugar donde estaba el enfermo. Al mismo tiempo, otro socio que hacía deporte por la zona se detuvo para prestar su ayuda. Se da la circunstancia de que este último hombre es precisamente trabajador del SAMU. Entre los tres -el médico que jugaba al tenis, el socorrista del Centro y el trabajador del SAMU que corría por la zona- salvaron la vida al enfermo aplicándole dos descargas con el desfibrilador. Los que lo vieron aseguran que la utilización del aparato fue providencial. «En un momento se puso morado completamente y luego amarillo», explicó uno de los testigos.


Las dos descargas le hicieron reaccionar y le mantuvieron estable hasta que en apenas unos minutos llegó la ambulancia. La rapidez de reflejos del amigo con el que jugaba, que de inmediato dio la alerta al servicio de emergencias, propició que el vehículo sanitario llegase justo unos minutos después de que el hombre se recuperase mínimamente de su dolencia y fuese trasladado a la uci del HUCA, donde ayer permanecía ingresado.


El Centro Asturiano dispone de dos pequeños desfibriladores, uno instalado en la piscina cubierta y otro en los vestuarios del campo de fútbol. Los aparatos han sido instalados en colaboración con la compañía Telefónica.


Desde la proliferación masiva de teléfonos móviles, la compañía de telecomunicaciones ha llegado a acuerdos con instituciones públicas y privadas para sustituir algunas de las antiguas cabinas, en desuso, por desfibriladores. Desde que se inició la campaña en 2005 se han instalado un total de 500 unidades en toda España, dos de ellas en el Centro Asturiano de Oviedo, y en los últimos seis años han servido para salvar cuatro vidas, una de ellas precisamente en club de campo de la falda del Naranco.


El dispositivo, que los trabajadores del Centro saben utilizar ya que han recibido cursos de formación, está situado en lugares estratégicos y conectado a una central de alarma y a los servicios de emergencia sanitaria.


El aparato, cuyo tamaño no es mayor que una batería de coche, sirvió para salvar la vida a un socio del Centro Asturiano que pasaba la jornada jugando al tenis con un amigo. El desfibrilador y la buena respuesta de los que estaban a su alrededor.


http://www.lne.es/oviedo/2011/11/26/salvado-companero-tenis/1162213.html